martes, 9 de abril de 2019

Treinta y tres

Septiembre 2015


Que difícil inicio de texto, es la víspera de mi cumpleaños y en un principio tenía mil ideas para escribir al respecto y ahora se han fugado. No es casualidad creo que hay rastros de una evidente depresión post treinta. Será normal que me pregunte ¿qué he hecho de mi vida en todos estos años?, ¿qué he logrado? ¿qué tengo?, las respuestas son obvias sería un tarado si no las viera, resaltan como un cubo entre esferas, si son buenas o malas depende del contexto y aunque me faltan muchas por hacer lo que me intriga es ¿qué viene para mi…?
Imagino que puedo ver mi futuro pero esa develación tiene un precio, es un arriesgue muy grande pues si acaso me asomo a las cartas del vidente que me lo ha dicho y si acaso me dice que hay en ese futuro, al instante se hace polvo y no pasará no se hará realidad, éste inevitablemente se reescribiría. Supongo que si mi futuro es bueno y lo veo se convertiría en otra cosa adversa tal vez, pero si es malo y resulta que hay desgracias y malas fortunas pues me gustaría saberlo a tiempo para que se reacomode de una manera fortuita.
Al final no sirve de nada, o al menos no es lo que busco, prefiero ir descubriendo cada día hasta el último aunque sea hoy mismo, eso también tiene su gustito. Le agradecí a mi amigo vidente por su buena voluntad al querer ayudarme, al menos me quedo con la gracia de saber que sí existe alguien que escribe y reescribe nuestra vida y sus diferentes caminos en donde inevitablemente me he de cruzar contigo. Sabía que todo esto que veo y siento era obra de una gracia divina, es tan perfecto y tan hermoso que no siento que sea pura casualidad.
Con todo y cartas se alejó no sin antes felicitarme por la decisión de esperar los designios originales y desearme unos felices treinta y tres…

No hay comentarios: