martes, 9 de abril de 2019

Me das un TON?

Octubre 2014

Recién me di cuenta que tengo una carga emocional muy extraña, es como si trajera un expendio de buena vibra, que aunque suena a toda madre, no deja de extrañarme, -me describí como un hada madrina que reparte luz, creo- hasta aquí son palabras sin sentido pero trataré de explicarme.
Desde que entre a trabajar formalmente he tenido la suerte de conseguir aventones, raites, o como le digan ya sea por casualidad por necesidad o por lo que sea, pero siempre ha habido alguien que ofrece llevarme cerca de mi rumbo o incluso hasta mi casa, buenas platicas buenos recuerdo de toda la banda que se me ha llevado en su auto. Esta constante tiene una extraña consecuencia, todos los que me han dado raite de una manera constante –entiéndase diario, o casi diario- cambian de aires, ya sea por que los corren, porque encuentran nueva chamba, o simplemente le dan un giro a su vida y cambian de residencia, en todas las situaciones les ha ido muy chingón, -espero no haber sido la causa de que hayan tomado esas decisiones, honestamente ha sido buena suerte nunca hostigué a nadie-. Recuerdo a casi todos, al buen Enrique de mi primer trabajo, ese compa me daba un ton corto, ponía buena música en un veloz ATOS, un compa obsesionado con los celulares de última generación -Estoy hablando de años antes del iPhone, me refiero casi casi al Startac,- . Por esos días también me daba aventones mi jefe, el Gallo, ese vato me llegó a prestar su nave algunas veces, otras tantas me llevo a mi casa era un PEUGEOT 206, el Gallo en cuestiones de chamba tenía un genio de la chingada, una mecha muy cortita, pero muy buen pedo fuera de. A ese compa lo corrieron el mismo día que a Quique. 
Cambie de trabajo, más lejos, tenía que levantarme más tempra, fue sólo por un rato hasta que hice amistad con un compa que resulto vivir cerca de mi casa, lo suficiente para ganar una hora más de sueño, Iván me llevaba hasta Santa Fe en un JETTA Rojo, igual por un rato por que un día me contó que le habían hablado de una chamba y se iba a cambiar. 
Algunos meses después también encontré una nueva oportunidad, que es donde actualmente estoy laborando, ya tengo un ratote aquí, he encontrado buenos amigos y muy buenos aventones, recuerdo a María Duh, excelente colega, que buenas platicas y buenos momentos en el POINTER Negro, me acercaba a Barranca del Muerto, pues iba por mi expósita al sur, no era seguido pero si varias veces por semana, hasta que un día renunció y se jaló para Veracruz. O cómo olvidar a Erika Espino que varias veces nos toco quedarnos tarde por la chamba y que vivía muy cerca de mi casa, me dio ton algunas muchas veces en un YARIS Gris, igual hasta que renunció y se fue a Baltimore con su vato, o de la Werita de Rancho Jocelyn Gasca Candiani, que algunas veces me llevó a Polanco, atrabancada la morra, manejaba muy velozmente un CIVIC Azúl muy chido, pero un buen día decidió abortar la misión y se dio a la fuga, yo creí que a ser mamá pero no, parece que sus planes solo eran cambiar de aires, de igual forma que Paulina Vazquez que chida vieja es a toda madre, me llevó varias veces también a Polanco, esto está chido, porque con ella fue primero en un CORDOBA Rojo, y luego en un VENTO Blanco, buen intercambio de información –entiéndase chisme-, y buenas risas pero también sólo fue hasta encontró otro trabajo, y así un día partió hacia nuevas oportunidades.
Ya no se si están en orden de desaparición ha pasado tiempo; nunca me había detenido a pensar en esta extraña coincidencia, hasta que se fue mi compa Enrique Peñaloza, el me daba ton de rebote a Atizapán, por autopista de cuota, -que buena suerte pensé llegaba en chinga a mi jaula- el Quique manejaba siempre con mucha precaución primero en un MAZDA Gris, luego una CRV Azul y en ocasiones un MITSUBISHI Arena, su esposa trabajaba igual que nosotros en Santa Fe, así que el regreso era con ambos, que chingonas platicas, con ellos surgió una amistad chida, han ido a mi casa conocen mi familia, muy chingón cuando me platicaron que su manada iba a crecer, pues pronto vendría una nena, cuando el renunció me surgió esto, pensé: que cagado toda la gente que me da ton se va, es mucha coincidencia creo, porque justo por esos días y para rematar mi vecino Robert que en ocasiones me lleva en su potente SENTRA azul, me dijo que se va a cambiar de depa porque ya esta hasta la madre del tráfico. ¡Ya no!, mucha pinche coincidencia.
Al final creo que la gente cambia siempre, de casa de trabajo, de vida es una constante en todos lados, he tenido muy buena suerte y muy buenos recuerdos, esta remembranza es más bien para agradecer a mi manera tanta molestia que pude o no haber ocasionado. De tal suerte que si quieres cambiar de trabajo, de aires o de lo que quieras, vivo por el norte de la ciudad por si te queda.

No hay comentarios: