martes, 9 de abril de 2019

Los Profes

Mayo 15 2014

Es muy común encontrarse o saber de familias que la mayoría de sus integrantes comparten una misma profesión, a veces por costumbre, otras por admiración incluso la casualidad pero muchas tantas por que es ¡a huevo! Y es que desde el tatarabuelo todos se han dedicado a lo mismo.
Así, tenemos que hay familias de abogados, taqueros, doctores, arquitectos, ingenieros, policías y un largo e infinito etcétera. A mi, me toco una familia de Profesores. Excelentes Profesores tíos, tías, mi hermana y por supuesto mi papá, dicho sea de paso aparte de ser mi maestro de vida fue mi maestro de matemáticas en la secundaria, de hecho lo poco que aprendí de números se lo debo a él.
Tengo muchas historias de mi padre siendo mi maestro, -esta dualidad fue muy extraña- me llevaría un buen rato escribiendo pues fueron dos ciclos los que me dio clases, puedo decir que recibía propuestas de algunos de sus alumnos para cambiar calificaciones finales o para que intentara persuadirlo de no reprobar a tal o cual individuo, todo esto a cambio de dinero –jamás lo hice- . De lo más destacable que recuerdo, fue un día que llegue tarde a su clase; también, a quién se le ocurre poner matemáticas después del descanso- confieso que me confíe, nunca creí que me negaría el acceso, es mi papá pensé, diez minutos, no pasa nada, sólo que estaba omitiendo una pequeña aclaración que él hizo al respecto el primer día de clases, recuerdo que… palabras más palabras menos dijo: "Como algunos de ustedes saben, en esta clase esta mi hijo, pues bien, este hecho no cambia en absoluto mi comportamiento, él, es y será un alumno más, no hay privilegios ni consideraciones especiales". -¡Madres! Me puse nervioso, me sentí observado, y sí, pues todos mis compañeros habían volcado sus miradas a mi lugar. Fue como en las películas, cuando alguien está en la cárcel y se queda sin la protección del manda más, al final no pasó de que me negara el acceso a su clase, que me pusiera tarea extra en casa -obvio de más matemáticas- y que mi madre me regañara.
¡Felicidades papá! Por mucho el mejor profesor que he tenido. -Por cierto, que puntería tuvo mi madre que un día como hoy pero hace ya varios años, varios, le dio como regalo el nacimiento de mi hermano-
Y a ti hermanita hermosa, que has decidido seguir sus pasos, yo aún tengo esa espinita, y quién sabe… igual algún día me atreva a hacerlo.

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